Cuando se trata de residuos de cocina, creo que todo el mundo está familiarizado con ellos. Se refiere a la basura generada en la vida diaria de los residentes y en el procesamiento de alimentos, servicios de catering, comidas unitarias y otras actividades, incluyendo hojas de verduras desechadas, restos de comida, cáscaras, cáscaras de huevo, restos de té, huesos, etc., cuyas principales fuentes son las cocinas domésticas, restaurantes, cantinas, mercados y otras industrias relacionadas con el procesamiento de alimentos. Según las estadísticas, los residuos domésticos de cocina pueden alcanzar cientos de millones de toneladas diarias. Los residuos de cocina contienen una humedad y materia orgánica extremadamente altas, que se pudren fácilmente y producen mal olor. La gestión de los residuos de cocina ya es un tema importante para la protección del medio ambiente en China.
Actualmente, tras un tratamiento y procesamiento adecuados, los residuos de cocina pueden transformarse en nuevos recursos. Su alto contenido en materia orgánica permite su uso como fertilizante y alimento tras un tratamiento riguroso, además de generar biogás para combustible o generación de energía. El aceite se puede utilizar para la preparación de biocombustibles. La conversión de residuos de cocina en biocombustibles no solo previene la contaminación ambiental, sino que también alivia la crisis energética. Se ha vuelto urgente desarrollar tecnologías de reciclaje de residuos de cocina eficientes y limpias.
Los residuos de cocina contienen una gran cantidad de nutrientes, principalmente aceite y proteínas, y constituyen la materia prima para la producción de biodiésel. El primer paso para producir biodiésel es la esterilización por vapor. El proceso específico consiste en mezclar los residuos de cocina con agua en una proporción determinada, añadirlos a una batidora y, al mismo tiempo, calentar el generador de vapor a unos 130 °C para su esterilización. Con horas de suministro de aire ininterrumpido, la esterilización se completa en 20 segundos, ¡con una eficiencia de trabajo muy alta! A continuación, el líquido agitado se somete a fermentación líquida. Una vez finalizada la fermentación, se recoge bajo la presión del generador de vapor. Tras triturar el producto, se añade el disolvente de extracción y se repite el proceso de extracción. Finalmente, el aceite mezclado se destila con vapor a alta temperatura, entre 160 °C y 240 °C, obteniéndose aceite microbiano mediante metanoilación del biodiésel.
En resumen, los generadores de vapor desempeñan un papel importante en la extracción de biocombustible de las cocinas. El uso de residuos de cocina para la extracción de biodiésel no solo convierte los residuos en un tesoro, sino que también produce combustible y protege el medio ambiente. Se ha convertido en una industria en auge del desarrollo económico actual.
Hora de publicación: 29 de agosto de 2023