La mayoría de las calderas del mercado utilizan gas, fueloil, biomasa, electricidad, etc., como combustible principal. Las calderas de carbón se están sustituyendo gradualmente debido a su mayor riesgo de contaminación. Generalmente, una caldera no explota durante su funcionamiento normal, pero si se opera incorrectamente durante el encendido o el funcionamiento, puede causar una explosión o combustión secundaria en el horno o el conducto de humos, con graves consecuencias. En este contexto, se refleja la función de la "puerta antideflagrante". Cuando se produce una ligera deflagración en el horno o el conducto de humos, la presión en el horno aumenta gradualmente. Cuando supera un valor determinado, la puerta antideflagrante abre automáticamente el dispositivo de alivio de presión para evitar la expansión del peligro, garantizando así la seguridad general de la caldera y las paredes del horno, y, aún más importante, la seguridad de los operadores. Actualmente, existen dos tipos de puertas antideflagrantes en calderas: de membrana de ruptura y de tipo oscilante.
Precauciones
1. La puerta a prueba de explosiones generalmente se instala en la pared lateral del horno de una caldera de vapor de gas combustible o en la parte superior del conducto de humos en la salida del horno.
2. La puerta antideflagrante debe instalarse en un lugar que no ponga en peligro la seguridad del operador y debe estar equipada con un tubo guía de alivio de presión. No se deben almacenar materiales inflamables ni explosivos cerca de ella, y la altura no debe ser inferior a 2 metros.
3. Las puertas móviles a prueba de explosiones deben probarse manualmente e inspeccionarse periódicamente para evitar la oxidación.
Hora de publicación: 23 de noviembre de 2023